Desde la década de los 90, la arqueóloga israelí Tova Dickstein ha desempeñado un papel fundamental como custodia de un auténtico laboratorio al aire libre, destinado a investigar la ancestral dieta bíblica y los ingredientes que están resurgiendo en la nueva culinaria israelí. Según Dickstein, "La antigua cultura fue, por mucho tiempo, olvidada en Israel", y señala que los antiguos israelíes disfrutaban de una dieta mucho más diversa y rica en comparación con la dieta moderna centrada en hummus, falafel y vegetales. En la época bíblica, Israel era reconocido por sus vinos, miel, granadas y aceite de oliva, que se utilizaba principalmente en estado crudo, ocasionalmente para cocinar carne, y más a menudo para preparar guisos con legumbres, lentejas y cebada. La gastronomía israelí se encuentra en un momento de éxito a nivel internacional. Sin embargo, en el país, muchos chefs y académicos de la alimentación todavía están tratando de definir y comprender la verdadera esencia